31 enero, 2007

Los ríos de la multitud.


una selva donde se comen unos a otros sin tener hambre...

La marea humana no se detiene, crece en cada calle, en cada esquina. Con borbotones de ojos y dientes corre como un río desenfrenado hacia ninguna parte. Hay una humedad viscosa en el aire y un olor rancio que la acompaña. Intenté, desesperado, aislarme, pero es imposible. Escribo estas líneas en el lugar que pensé que serviría de refugio, pero nada la detiene. Voy ahora a arrojarme al río de piernas y brazos que zozobran como juncos en la corriente, para ahogarme.


Pintura: Gordon Dickinson, Crowd, link a la página del autor, clic aquí.

29 enero, 2007

Panorama.

hacia el horizonte abrasado de mármoles

Camino ciego, pero mi cuerpo ve
a través de los espasmos del alma
la visión es ocre
como un disco incendiado

Como un bronce abrasado por el aire
la visión es panorámica
excesivamente alargada hacia los lados
tanto, que los extremos se juntan en el centro

Y tu estas a mi lado
te siento por las diferencias de presión del aire
cuando mueves los brazos
para librar mi frente del sudor

Camino por la planicie
de bronces hervidos en el aire
y tu, cada tanto, me acaricias
con tus manos escanciadas por minerales

Sé que estas llorando, llorando en silencio
pero no puedo sentir mas que espanto
espanto al comprobar que no me importa
tu rostro atravesado de lágrimas

Camino junto al rastro de océanos
que emana de tu llanto
hacia el horizonte abrasado de mármoles
y pájaros incendiados

Tus manos son helechos rozando mi rostro
y me regalan, suaves, lejanos manantiales
pero no me importa, sigo caminando
porque el silencio truena, truena soles blancos.

27 enero, 2007

Escalones.
Autor: Hermann Hesse

Así como toda flor se enmustia y toda juventud cede a la edad,

así también florecen sucesivos los peldaños de la vida;
a su tiempo flora toda sabiduría, toda virtud,
mas no les es dado durar eternamente.
Es menester que el corazón, a cada llamamiento,
esté pronto al adiós y a comenzar de nuevo,
esté dispuesto a darse, animoso y sin duelos,
a nuevas y distintas ataduras.
En el fondo de cada comienzo hay un hechizo
que nos protege y nos ayuda a vivir.

Debemos ir serenos y alegres por la Tierra,

atravesar espacio tras espacio
sin aferrarnos a ninguno, cual si fuera una patria;
el espíritu universal no quiere encadenarnos:
quiere que nos elevemos, que nos ensanchemos
escalón tras escalón. Apenas hemos ganado intimidad
en una morada y en un ambiene, ya todo empieza a languidecer:
sólo quien está pronto a partir y peregrinar
podrá eludir la parálisis que causa la costumbre.

Aun la hora de la muerte acaso nos coloque

frente a nuevos espacios que debamos andar:
las llamadas de la vida no acabarán jamás para nosotros...
¡Ea, pues, corazón arriba! ¡Despídete estás curado!

Otras lecturas de H. Hesse, clic aquí.

26 enero, 2007

Capítulo XXXVI de "El Tunel" de Ernesto Sábato.

FUE UNA ESPERA interminable. No sé cuánto tiempo pasó en los relojes, de ese tiempo anónimo y universal de los relojes, que es ajeno a nuestros sentimientos, a nuestros destinos, a la formación o al derrumbe de un amor, a la espera de una muerte. Pero de mi propio tiempo fue una cantidad inmensa y complicada, lleno de cosas y vueltas atrás, un río oscuro y tumultuoso a veces, y a veces extrañamente calmo y casi mar inmóvil y perpetuo donde María y yo estábamos frente a frente contemplándonos estáticamente, y otras veces volvía a ser río y nos arrastraba como en un sueño a tiempos de infancia y yo la veía correr desenfrenadamente en su caballo, con los cabellos al viento y los Ojos alucinados, y yo me veía en mi pueblo del sur, en mi pieza de enfermo, con la cara pegada al vidrio de la ventana, mirando la nieve con ojos también alucinados. Y era como si los dos hubiéramos estado viviendo en pasadizos o túneles paralelos, sin saber que íbamos el uno al lado del otro, como almas semejantes en tiempos semejantes, para encontrarnos al fin de esos pasadizos, delante de una escena pintada por mí como clave destinada a ella sola, como un secreto anuncio de que ya estaba yo allí y que los pasadizos se habían por fin unido y que la hora del encuentro había llegado.

¡La hora del encuentro había llegado! Pero ¿realmente los pasadizos se habían unido y nuestras almas se habían comunicado? ¡Qué estúpida ilusión mía había sido todo esto! No, los pasadizos seguían paralelos como antes, aunque ahora el muro que los separaba fuera como un muro de vidrio y yo pudiese verla a María como una figura silenciosa e intocable... No, ni siquiera ese muro era siempre así: a veces volvía a ser piedra negra y entonces yo no sabía qué pasaba del otro lado, qué era de ella en esos intervalos anónimos, qué extraños sucesos acontecían; y hasta pensaba que en esos momentos su rostro cambiaba y que una mueca de burla lo deformaba y que quizá había risas cruzadas con otro y que toda la historia de los pasadizos era una ridícula invención o creencia mía y que en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida. Y en uno de esos trozos transparentes del muro de piedra yo había visto a esta muchacha y había creído ingenuamente que venía por otro túnel paralelo al mío, cuando en realidad pertenecía al ancho mundo, al mundo sin límites de los que no viven en túneles; y quizá se había acercado por curiosidad a una de mis extrañas ventanas y había entrevisto el espectáculo de mi insalvable soledad, o le había intrigado el lenguaje mudo, la clave de mi cuadro. Y entonces, mientras yo avanzaba siempre por mi pasadizo, ella vivía afuera, esa vida curiosa y absurda en que hay bailes y fiestas y alegría y frivolidad. Y a veces sucedía que cuando yo pasaba frente a una de mis ventanas ella estaba esperándome muda y ansiosa (¿por qué esperándome? ¿y por qué muda y ansiosa?); pero a veces sucedía que ella no llegaba a tiempo o se olvidaba de este pobre ser encajonado, y entonces yo, con la cara apretada contra el muro de vidrio, la veía a lo lejos sonreír o bailar despreocupadamente o, lo que era peor, no la veía en absoluto y la imaginaba en lugares inaccesibles o torpes. Y entonces sentía que mi destino era infinitamente más solitario que lo que había imaginado
.


Como ejercicio o curiosidad podés leer un párrafo de su libro "La Resistencia" en el blog Alicia en el País que tiene relación directa con este otro.

24 enero, 2007

Científicos afirman que los gatos también pueden desarrollar el mal de Alzheimer.

Investigadores británicos y estadounidenses descubrieron en el cerebro de los animales la misma proteína que causa una obstrucción dentro de las neuronas.

Los gatos pueden desarrollar una forma felina del
mal de Alzheimer, una enfermedad neurológica y progresiva que en los seres humanos provoca la pérdida de la memoria, la demencia y, finalmente, la muerte. Según un estudio divulgado hoy por la revista "Journal of Feline Medicine", científicos británicos y estadounidenses han descubierto en el cerebro de los animales la misma proteína vinculada a la enfermedad, principalmente en seres humanos de edad avanzada. En las personas esa proteína causa una obstrucción dentro de las neuronas que obstaculiza el paso de los mensajes que debe procesar el cerebro. Según investigadores de la universidad de Edimburgo, St. Andrews, Bristol y California, la presencia de la proteína en los gatos es la prueba de que también pueden desarrollar la enfermedad. Las autopsias de los gatos que han sucumbido a la enfermedad podrían allanar el camino para el descubrimiento de información crucial sobre el desarrollo de la enfermedad y la posibilidad de crear tratamientos para los seres humanos, según señalan en su informe.

Hasta ahora se sabía que los gatos eran susceptibles a un tipo de demencia porque se habían descubierto placas en las neuronas de gatos ancianos, similares a las humanas. Sin embargo, el determinar la existencia de esta proteína, que es el segundo marcador clave de la enfermedad, los científicos dicen ahora estar seguros de que los gatos también sufren el mal de Alzheimer. Las últimas investigaciones veterinarias indican que aproximadamente un 28 por ciento de los gatos de entre 11 y 14 años desarrollan al menos un problema de conducta, y esto aumenta a más de 50 por ciento cuando son mayores de 15 años
.


Fuente: diario Clarin http://www.clarin.com/diario/2006/12/06/um/m-01323063.htm

19 enero, 2007

El Episodio del Enemigo [Jorge Luis Borges] - Andres Zaied.


Navegando en Youtube me encontré con este video que me llamó particularmente la atención, lo comparto, está muy bien hecho.




- Link directo: www.youtube.com/watch?v=0d4s2ZpEtHE
- Link a una nota a Andres Zaied, en zona moebius, clic aquí.
- Link a otro blog donde se comenta no solo el video de Andres Zaied sino también el hecho de los comentarios activos en la blogósfera, clic aquí.
- Link a una nota del diario Clarín sobre el video de Andres Zaied, clic aquí.

17 enero, 2007

Las máscaras del encierro.

Entumecido por el encierro
sorteé el calvario hasta el espejo
y vi la máscara de un hombre
entumecido por el encierro
a través de los espejos
de un calvario
.


14 enero, 2007

El naufragio inevitable.


...temo tanto morir como vivir, ¿acaso ambas cosas son lo mismo? ¡el hombre es atroz!
(Lehunam Nauj, El naufragio inevitable).



Tengo miedo del susurro del silencio
¿no escuchas el latido
de la maldad endémica del hombre?

Tengo miedo del susurro de mi mente
¿no oyes los pasos en las sombras
asechando la oscuridad en la luz?

Ciertas construcciones del hombre lo destruyen
su piel se desgarra en escaleras circulares
irrevocables bovedas del alma
para la criatura desenfrenada
que provoca miedo a dios.

Tengo miedo de estar solo
¿No ves los ojos desorbitados

bovinos, contemplando la muerte?
¿No ves la carne macilenta
tumbarse, oscilando a los lados?

El hombre es un dios tumefacto

perdido en su naturaleza
un espantapájaros en un cuadro
donde no hay campos, sino muerte.

12 enero, 2007

Vacaciones en el sur (Patagonia Norte).




Azul: viaje de ida.
Verde: viaje de vuelta.
Total: 4300kms apróx.

Recorrido

03 enero, 2007

Araucarias en la inmensidad. Araucarias en Primeros Pinos.

Todo empezó hace mucho, pero la referencia inmediata sería la de un domingo hace 10 días en el que salí a andar en bicicleta y terminé en el parque centenario tomando un poco de sol, tirado en el pasto. Es notable lo que se logra pensando tranquilo y en silencio, aquel día buscando respuestas me di cuenta que bien podía cambiar de trabajo y obtener así 15 días de vacaciones (sin goce de sueldo, claro) e irme solo al sur. Luego se sumaron propuestas, arranqué el viaje con mi querido amigo 6, juntos llegamos hasta Neuquén, manejando 7 horas cada uno y luego arribé solo a Primeros Pinos donde hice noche para salir a la mañana siguiente hacia Villa Pehuenia, donde me han prestando una cabaña. La foto corresponde a Primeros Pinos.