31 mayo, 2006

Duelo de pool en una noche negra como la bola 8

¡¡¡Bueeena booolaaaa!!! gritaba, cuando tiraba yo, el borracho que apoyado en la barra miraba cómo jugábamos con mi amigo al pool en el local de un chino llamado "Hugo", mientras un par de travestis consultaban internet y unos pibes ponían cumbia villera en la fonola, todo el tiempo. Cri, cri, cri... sólo se escuchaba cuando tiraba mi amigo, y el ruido de las bolas chocar entre sí sobre la cumbia que rompía los parlantes y el sano juicio, el borracho apoyado en la barra ponía cara de bronca. Afuera la avenida, que de día es una de las principales arterias de la capital, era un río seco bañado por las luces de bronce de los faroles en la noche. "Se ve que mi amigo le cae mal por los 34 tatuajes que tiene", pensé...

"Entro a ganador", dijo el ilustre bebido mostrando ostensiblemente una ficha de pool en su mano, ésta
de buena gana hubiera brillado con tino cinematográfico clase B, pero no, estaba hecha de latón... mi amigo y yo aceptamos.
Esa noche todas me salían y a mi amigo no (aunque él insista en su blog que no es usual que yo gane, la estadística o bien nos tiene empatados o bien lo tiene a él en ventaja por 1 jornada, a lo sumo con toda la furia de Zeus por 2 jornadas) y él estaba perdiendo abrumadoramente o para ser más práctico estaba perdiendo por 6 a 2, luego 7 a 2 y me tocó a mí entonces jugar con el ebrio personaje.

¡Abro y meto la bola negra en el primer tiro! ¡¡¡Sí!!! Meto la bola 8 en el primer tiro... rompiendo... Más de veinte años después de haber jugado por primera vez al pool meto la bola negra en la apertura de un partido y lo gano así como quien con violencia y desdén le pega un cachetazo con un guante blanco en el hocico a un perro Yorkshire Terrier. El pobre beodo no entendía un carajo.

¿¡Qué pasó después!? Después perdí, y me retiré, como corresponde, dejando el desempate latente para otra vez... ¡Qué bien jugaba el borracho
!
Citas y lecturas

[...]
No se puede quejar de dolores incurables quien se arroja a las llamas en vez de mantenerse a cierta distancia del fuego, para gozar del calor y de la luz.

Ernest Theodor Amadeus Hoffmann
El salón del rey Artús
Edit. Nuevo Siglo

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"Seguro que te volviste misógino por algún desengaño".

"Sí, me desengañé del género femenino".

Pablo Ingber
Diario de un misógino
Edit. Sudamericana

18 mayo, 2006

La infancia de Gutierrez, una herida abierta y un travesaño...

Gutierrez tomaba su cuarto café y fumaba el quinto cigarrillo, yo seguía firme con mi ¼ de helado (sabores: frutos del bosque, chocolate suizo y budín de manzana), dio una pitada larga mientras miraba por la ventana que nos separaba de la lluvia, estaba perdido vaya uno a saber en qué pensamientos, soltó el humo en un suspiro largo como quien se quita un peso grande del alma y me contó lo que yo, aquí, evoco para ustedes:

Corría el año 1981, Boca Juniors jugaba contra Rosario Central en Arroyito y contaba ya con la presencia del inigualable Diego Armando Maradona en sus filas, que era, por ese entonces, pichón de crack. Boca Juniors peleaba cabeza a cabeza con el Ferrocarril Oeste de Don Timoteo Griguol la punta de la tabla en el campeonato. Aclaremos que la lucha no era desigual, Ferro le estaba complicando la vida a Boca, y mucho. Por eso Boca debía ganarle a Rosario Central, no se podía permitir el lujo de perder, porque además o sobre todo, Ferro le estaba ganando al mismo tiempo a Huracán por 3 goles contra 0, ese mismísimo domingo y a la misma hora. De pronto el relator grita: "goool", 1 a 0 a favor de Rosario Central. ¡Boca pierde la punta! Gutierrez que lo escucha por radio se vuelve loco. Todo el conjunto de Boca Juniors sale a buscar el partido, el empate, la punta, la gloria... Minutos después penal a favor de Boca. Diego Armando Maradona se para en el punto de tiro penal, patea y... ¡¡¡travesañooo!!!. Gutierrez, con sólo 6 años de edad, sufría por aquel entonces su primer ataque de nervios...

Sólo una madre desesperada, como la suya, ante el sufrimento de un hijo, puede arrancar de la miseria más profunda a su vástago. Y la madre de Gutierrez lo hizo: Guti, Guti, mi amor, mi amor, escuchame, escuchame Guti. ¡Huracán le empató a Ferro, están 3 a 3!.

10 mayo, 2006

Allanando diferencias... y similitudes

Justo un segundo antes de que entre la policía a mi trabajo ése era un día normal, después, claro, todo fue muy raro...
Serían unas 15 personas entre policías y funcionarios de la DGI. Esto es un allanamiento señores nos advirtieron mientras nos invitaban a dejar las computadoras,
los teléfonos fijos, los celulares... Estuvimos así 5 horas, incomunicados, encerrados en la oficina.
A vos si te investigo seguro que te encuentro algo, me dijo clavándome los ojos un policía de civil con el pelo largo y barba de 2 semanas. Lo miré por un instante, fijo, sonreí y contesté: ¿¡te parezco sospechoso porque tengo el pelo largo y barba...!?

07 mayo, 2006

Miradas sobre Florida

La semana pasada se me ocurrió proponerle a un compañero de trabajo un juego o sana competencia: salir en el horario de almuerzo laboral y sacarle fotos, cada uno con su cámara y por separado, a la calle Florida, para luego cotejar el resultado de ambas miradas. El evento se denominó ya desde ese mismo momento: "Florida, de Av. de Mayo a Av. Córdoba". Estas son algunas de las fotos que a mí me gustaron de mi cámara :


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Fotos tomadas con una Sony Cybershot DSC-S40