22 febrero, 2007

Un jueves en la vida de jmslayer en fotos (Nov. '06).


20 febrero, 2007

El rumor de las hormigas.

- ¿Qué escribís? - le preguntó ella al sentarse.

El bar, con todas las mesas completas, parecía sostenerse con el murmullo de los presentes. Él había quedado solo unos minutos mientras ella había ido al baño, en esos minutos él se dio cuenta que no se escuchaba música sino un rumor de palabras que como una red lo sujetaba todo, y entonces había pensado para sí:

"Hablan como yo hablo, como yo vinieron con sus novias o amigos, estarán tratando de agradar, de ser queridos, de actuar el papel que mejor les sale, estarán en el inicio o el final de una pareja, o contando sus logros, sus preocupaciones, sus anhelos y sus miedos, o directamente se preguntarán para sus adentros quién los quiere mientras hablan sin parar, cuántos son sus afectos o si éstos superan los dedos de una mano..."

Así se había distraído, pensando, escuchando, y cuando no había podido fijar más la vista en un punto gris del salón del bar había sacado un lápiz y había escrito en una servilleta mientras todavía pensaba:

"Todos ellos como yo, el rumor del hervidero del hormiguero, el rumor de las hormigas como yo..."

Y luego había pensado en el pasado, en la Historia, en otros días llenos de bares llenos de gente llenos de murmullos saliendo de sus bocas y había sentido vértigo de ser y repetir el rictus desde el inicio de los tiempos.

- ¿Qué escribís? - volvió a preguntar ella.

La pregunta lo devolvió a la mesa de madera gastada, al vaso de vidrio con las servilletas de papel grueso, a los pocillos vacíos y a la borra del café, pero también a sus manos que temblaban y al lápiz y a la nota. No lloraba a fuerza de mover las piernas debajo de la mesa y de no pensar en lo que le estaba pasando.

- Nada, pavadas. - contestó. Sus ojos brillaban.

En la servilleta, con letra apretada, había escrito:

los guerreros del dolor interno
pelean a través de las guerras
no por un fin como meta
sino por la continuidad de los infiernos
que obstruyen pero también posibilitan.

13 febrero, 2007

Concierto fugaz.
Subte a las 7 de la tarde. Descubro que una chica sentada enfrente me esta mirando, disimula cuando la miro a los ojos. De manera furtiva después me observa mientras yo escribo algo en mi libretita. Un par de veces más la miro y ella mira hacia otro lado. Retomo la escritura y ella se acomoda, como para dormir, en el asiento. Escribo unas imágenes que hablan de un mundo sin lluvia, como un lamento seco y magro de vida que se extingue. Fecho la página mínima. Me paro y camino hacia la puerta, la chica advierte que me voy y me brinda una mirada triste que esta vez sostiene en mis ojos. Bajo, con cierta pena miro hacia atrás, hacia donde esta sentada la chica, y veo unos bucles largos que asoman por la ventana. Me tiento, vuelvo unos pasos y con ademán rápido le doy un tironcito de pelo. Al pasar por el molinete me doy vuelta y la chica me esta observando con una sonrisa franca que yo correspondo espontáneamente. Me quedo pensando en su mirada, en lo indecible que dicen sus ojos con tanta simpatía.
Foto: Niños en una barcaza, Willy Ronis.

10 febrero, 2007

Videos que nos identifican y definen (a los argentinos).

Comparto con quienes lleguen hasta este post un link a una página que contiene videos musicales, programas de televisión clásicos y publicidades de la Argentina de años atrás. Yo me he entretenido largo rato viendo al Capitan Piluso, La Noticia Rebelde, las propagandas de La llama que llama y algunas otras joyas no tan antiguas. Hay mucho mas y me animo a decir que para todos los gustos e intereses
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07 febrero, 2007

Punto de vista lógico.

El ministerio de la fé, la casa del hombre, el templo de dios o el cuerpo poético me importan muy poco cuando me duele una muela o cuando una linda mujer de la que me enamoré me dice: no. Porque no hay rezo ni imagen poética que contenga la bastedad baldía del dolor.
En esas situaciones no tengo más brillo que un helecho que crece en silencio.

05 febrero, 2007

Manantial nocturno.

Cuatro de la madrugada, hace un calor insoportable, me despierto por el ruido del ventilador o por los nervios, es lo mismo, mi hermano duerme desparramado en la cama que improvisamos en el piso, el resto es quietud y oscuridad, también ventanas abiertas de los vecinos que se intuyen a través de la mía. Ni el piso camino a la cocina está fresco, abro la heladera y la luz blanquecina ilumina mi cuerpo, mi piel recibe como a un bálsamo el aire fresco que sale del artefacto. La jarra redonda y llena de agua fresca me espera como si fuera una mujer voluptuosa. Me sirvo en un vaso de vidrio y cuando voy por el segundo advierto que no soy el único que tiene sed, Ulalume también está tomando agua.



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Foto: Water Drops, Adam Hart-Davis.

02 febrero, 2007

Mensaje entrelazado.

espiral azul El palimpsesto de la palabra se retuerce de significados cuando me hablas en tu
idioma de ranas, y en vano mueves las manos y afinas los labios porque yo no
entiendo nada, no entiendo nada más que lo que creo que entiendo...


espiral ocre... y tu voz rápida que corre como un arroyo entre las piedras, y tu urgencia frágil que estalla en pedazos, y tus manos en picada o en pleno vuelo, no me dicen tanto como tus ojos que me hablan con voces de sombra y soles.