La carta.
En soledad abro la carta, es de alguien que no veo hace años, es de una persona que me escribe, también, desde la soledad, desde su cubil de décadas de encierro que la fueron cercando. La carta me cuenta de dedos sigilosos que la surcan y de caricias que la sofocan y asfixian. Tendría que escribir mi respuesta pero me doy cuenta que no podría mas que decirle que la soledad es eso, justamente, caricias como el roce de cuerpos inertes que oscilan... Entonces guardo la carta en un cajón, me olvido que he recibido su aliento mustio al abrir el sobre y su caricia débil y ausente en sus palabras y actúo como si no hubiera recibido nada.
En soledad abro la carta, es de alguien que no veo hace años, es de una persona que me escribe, también, desde la soledad, desde su cubil de décadas de encierro que la fueron cercando. La carta me cuenta de dedos sigilosos que la surcan y de caricias que la sofocan y asfixian. Tendría que escribir mi respuesta pero me doy cuenta que no podría mas que decirle que la soledad es eso, justamente, caricias como el roce de cuerpos inertes que oscilan... Entonces guardo la carta en un cajón, me olvido que he recibido su aliento mustio al abrir el sobre y su caricia débil y ausente en sus palabras y actúo como si no hubiera recibido nada.